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Ana Martínez

QUÉ HACER CON LOS MIEDOS QUE APARECEN TRAS UN DIAGNÓSTICO DE CÁNCER


qué hacer con los miedos que aparecen tras un diagnóstico de cáncer

Ante un diagnóstico de cáncer emergen de nosotros muchos miedos, algunos podemos reconocerlos o ponerles nombre claramente, como a qué va a pasar, la incertidumbre; otros se muestran más esquivos y podemos tener la sensación, sentir la pesadez o el ahogo sin poder concretar el nombre; otros aparecen con fuerza aunque no nos atrevemos a pensarlos o nombrarlos en la creencia de que eso los traerá a nuestra realidad.


En mi experiencia personal y de las personas a las que acompaño, darnos la oportunidad de acercarnos a ellos despacito, con mirada curiosa y desde el amor nos va permitiendo hacer en nosotros espacio para albergar las sensaciones y, desde ahí, empezar a entregarnos lo que cada uno nos pida.


Al escribir sobre los miedos en mi libro "La Magia de Volver a Ti", reflexionando, pude ver que cuando decidí sentarme con ellos frente a frente, algunos no eran ni tan grandes ni tan fieros. Tenerlos en mi cabeza rondando con todos los "y si" me empequeñecía, así que, mirarlos de cerca, dejarme sentir, escribir, incluso dibujarlos me mostraron que había pasitos para amigarme y empezar a tomar decisiones respecto a cómo quería pensar y sentirme cuando afloraban.


Algunos desaparecieron, otros se transformaron y otros seguían ahí aunque mi forma de mirarlos era diferente y más amorosa conmigo.

Te comparto tres dinámicas, con herramientas que ya he compartido, que me ayudaron a qué hacer con los miedos que aparecen tras un diagnóstico de cáncer.



# RESPIRACIÓN

Acercarme a diferentes técnicas de respiración practicadas por diversas tradiciones, en el caso de los miedos me ayudó elegir un espacio tranquilo y seguro, dedicarme tiempo a estar conmigo y abrirme a dejar que se acercaran.

Importante comenzar por los que aparecen con menor intensidad

Paso a paso, como quien se acerca a la orilla del mar con el agua en calma, sintiendo si podía acercarme o dar un pasito atrás. Cuidarnos y respetarnos es fundamental. Si nos zambullimos de golpe el efecto puede ser no deseado.


Así observar mi cuerpo, sentada, en esa toma de contacto con mi respiración y teniendo presente ese miedo que he decidido mirar, al inspirar voy dejándolo entrar en mí, muy despacio, hasta donde se sienta en cada momento. Al exhalar pongo la intención de entregarle aquello que requiera de mí. Lo que sientas, tal vez sea confianza, amabilidad, valor... Quedarnos ahí unos minutos, observando cómo se siente en nosotros hacer espacio y albergar ese miedo y entregándole al exhalar esas cualidades que en realidad ya tenemos en nosotros aunque no hayamos tomado mucha conciencia hasta ahora.


Pude observar cómo en esa danza calmada, se iban diluyendo o me entregaban de vuelta esa cualidades que habían aflorado en mí.

# ESCRITURA

Esta parte resultó muy sanadora, ya que iban apareciendo palabras, sentimientos, pensamientos, emociones que ni siquiera sabía o era consciente de que estaban en mí limitándome tanto y haciéndome tan pequeñita.


En un momento que te sientas con energía, desde la calma, sin expectativas ni juicios, puedes hacer unas respiraciones para conectar con tu cuerpo, con tus sensaciones. Cuando te sientas preparada, trayendo uno de los miedos, de nuevo comienza por una intensidad baja del 1 al 10 entre 4 y 6, si te resulta más fácil puedes poner una silla delante de ti e imaginar ese miedo ahí sentado, míralo, y escribe todo aquello que le dirías, qué te hace sentir, qué hace aquí, qué te quiere decir, qué quiere que veas..


Observé que algunos solo querían que viera en mí habilidades, recursos internos o que reconociera que sentía en ese momento ese miedo.

Aún recuerdo con cariño el dibujo que surgió de uno de mis miedos en ese momento, cómo me pesaba todo el cuerpo mientras lo dibujaba, cómo caían mis lágrimas al transformarse y toda la belleza, las palabras, el colorido que fue tomando.


En un espacio tranquilo, lleva hojas, lápices de colores, tómate el tiempo que necesites para dedicarte, realiza unas respiraciones profundas de conexión, y déjate sentir por el miedo que quieres observar. Ya sabes empieza por una intensidad suave.


Observa si tuviera forma, cuál sería, qué color, cómo podrías plasmarlo en el papel. No se trata de si dibujas bien o mal, suelta el juicio y las expectativas, solo llévalo al papel como mejor sientas. Respira, no hay prisa. Para las veces que sea necesario, observa qué sientes al "verlo", qué te dice. Una vez lo hayas terminado, míralo, cómo sientes tu cuerpo ahora, tal vez haya cambiado tu gesto, tu postura, tu respiración...


Ahora, toma lápices de colores y sin pensar mucho, desde tu sentir, empieza a transformarlo. Cómo podrías suavizarlo, entregarle ligereza, alegría, claridad... qué sientes ¿Qué podrías entregarle para que se transforme en un dibujo que te haga sonreír al verlo?


Cuando sientas que lo has terminado, observa si te hace sonreír, qué emoción te genera ahora, qué representa para ti en este momento, qué has descubierto de ti al hacer este dibujo. ¿Qué elementos te han ayudado a transformar el dibujo? Puedes ponerlo en algún lugar visible para recordarte esa transformación.


Cada vez que hago este ejercicio me fascina, la primera vez que lo hice fue en pleno proceso me entregó muchas respuestas que, aunque algunas no entendí en ese momento, me ayudaron a atravesar mi proceso con esa imagen de claridad, colorido y significado.


Se trata de conectar con ese momento de transformación que tú puedes generar.

Estamos acostumbrados a hacer y hacer pasando por alto muchas cosas que sentimos, miedos que vamos enterrando, situaciones que evitamos... Cuando un proceso oncológico nos para en nuestra vida todo lo que conlleva y todo lo ocultado tiende a salir porque podemos sentirnos frágiles y muy vulnerables. Está bien cómo te sientas y cómo te haga sentir, respeta tus tiempos, tu proceso, valida lo que sientes, pide ayuda, está bien no poder con todo.


Te dejo aquí estas dinámicas que me ayudaron en mi camino, sobre qué hacer con los miedos que aparecen tras un diagnóstico de cáncer, si quieres encontrar más recursos que utilicé puedes verlos en mi libro "La Magia de Volver a Ti"










Todo está en ti. Confía


Ana Martínez

La Magia de Volver a Ti



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