¿Quieres liberarte, soltar los pensamientos y dejar salir las emociones que se agolpan en tu interior?
Sin duda, la escritura libre es una herramienta poderosa.
Puede que lo primero que venga a tu cabeza sea. ”¡Para escribir estoy yo!”
Te invito a probarlo. Empezar con este hábito implica mucho más que sentarse a escribir.
Hoy te comparto algunos beneficios con los que puede ayudarte la escritura en un proceso oncológico.
· Priorizarte.
Empezar a poner la atención en ti, eres la protagonista de este proceso.
No permitas que la enfermedad, el miedo o lo que se espera de ti gobierne este momento vital.
Es un momento ideal para ponerte en primer lugar y atender tus propias necesidades.
Es algo que realmente me costó, había pasado 49 años de mi vida ocupada y preocupada de todos los demás. Puedo decirte que permitirme ese acto de amor hacia mí fue clave en mi sanación.
· Elevar tu vibración con la belleza.
Rodearnos de ambientes limpios ordenados y bellos eleva nuestra vibración y eso mejora el estado de ánimo, nos hace expandirnos y sentirnos más ligeros.
Entra en una bonita librería y elige una libreta que te encante y un bolígrafo que te guste. Saca a tu niña y dale el gusto de regalarse algo que la haga sonreír. Si bien, no te escudes en ello y si tienes una, comienza ya.
Busca un lugar tranquilo y acogedor, luminoso y bonito en casa, ve a un parque o a tu lugar favorito, respira lento y profundo, cierra los ojos, conecta contigo y empieza a escribir sin juicios ni restricciones, todo lo que llegue a ti está bien, déjalo salir.
Quizá al principio te cueste un poco empezar, te invito a darte una oportunidad y liberarte de esa carga que guardas, aunque no seas consciente de ella.
· Observar tus pensamientos.
Hay una poderosa conexión entre el cerebro y la mano, cuando escribes tus pensamientos comienzan a fluir cada vez con más soltura. Escribe sin preocuparte de la expresión o la ortografía, no lo leas hasta que sientas que has terminado. Es posible que te sorprendas, tal vez hayas escrito cosas de las que no eras muy consciente.
Una vez pasada la primera fase de desconcierto, escribir tus pensamientos te ayudará a ordenarlos, a sacarlos de tu cabeza, a no olvidar aquello que te parezca importante y verás con más facilidad cuáles son tus creencias, tus miedos y, todo eso, te dará la clave acerca de dónde enfocar tu trabajo de autoconocimiento para gestionar de forma consciente este proceso.
· Dar espacio a tus emociones.
Puede que sientas cómo asoman lágrimas mientras escribes, aparezca la tristeza o te sientas enfadada, llena de rabia, incluso vas pasando por varias emociones, es un buen momento para dejar que afloren, que salgan a la luz.
En mi caso, corría tanto en el frenético quehacer diario apagando fuegos aquí y allá, la mayor parte de las veces ni siquiera me correspondía a mí hacerlo que, cuando me di el espacio y la oportunidad de escribir cómo me sentía, comenzaron a salir emociones que llevaban mucho tiempo tapadas y ocultadas, todo se detonó como un volcán en erupción. Me permití sentir todo eso y poco a poco la calma empezó a asomar en mí
En el post 3 pasos para sentirte mejor tras un diagnóstico de cáncer encontrarás tres sencillas acciones que te harán sentir mejor. En este blog seguiré compartiendo herramientas de autoconocimiento, desarrollo personal y acompañamiento oncológico que pueden ayudarte a gestionar tu estado.
Tras ese momento de dar espacio a las emociones que se agolpa en ti, llevar este Diario Emocional te acompañará en tu proceso, podrás familiarizarte con tus emociones, ser consciente de cuando aparecen, qué pensamiento las acompaña, ante qué situaciones o personas se detonan con más facilidad. Podrás descubrir recursos internos que utilizas para gestionarlas y que, tal vez, nunca habías visto como tales.
Te ayudará a identificar aquellos momentos y emociones que te cuestan más y encontrar herramientas de autoconocimiento que te ayuden a ello.
· Tomar perspectiva.
Al leer tus escritos podrás observar cómo hacerlo con otra perspectiva, desde el observador que ha tomado distancia del hecho, pensamiento o emoción, como si fueras espectador de una película, hace que lo “veas” de forma distinta. No eres ese pensamiento que genera tu emoción sino quien los observa y, por tanto, puedes modificarlo. Poco a poco puedes aprender a hacer ese movimiento en el momento en el que todo ocurre, por ejemplo, con tu respiración.
Estos son algunos beneficios que te puede aportar la escritura libre tras un diagnóstico de cáncer.
Ten en cuenta que todas las herramientas y dinámicas que comparto en este blog las aprendes o recuerdas ahora, ante esta situación vital, sin embargo, te serán muy útiles en tu día a día para cualquier situación que se te presente.
Te invito a probar la escritura libre. Cuéntame cómo te has sentido, estaré encantada de leerte en los comentarios.
Todo está en ti. Confía
Ana Martínez
La Magia de Volver a Ti
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