El acompañamiento oncológico nos permite acercarnos, compartir y entregar a personas en procesos oncológicos un espacio seguro de comunicación, de expresión, guiarles a descubrir sus propios recursos y habilidades, mostrarles herramientas y recursos que les ayuden a conectar con el momento presente y apoyarles en esa transformación que el proceso está trayendo a su vida.

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Del mismo modo, ofrece ese espacio y recursos a familiares y cuidadores que, en muchas ocasiones se sienten desbordados, poco útiles o muy estresados ante el proceso de un ser querido o de la persona que acompañan.

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En cuanto al personal médico sanitario, en continuo contacto con el sufrimiento y estrés laboral se hace necesario el conocimiento de estas herramientas y recursos de diferentes disciplinas que les acercan al autoconocimiento para poder ofrecer corregulación a los pacientes y familiares previa gestión de su propia regulación emocional y mental.

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El Acompañante Oncológico tiene el plus de su propia experiencia en el proceso oncológico y aporta la formación y conocimiento adaptado a oncología de sus formaciones. Entrega recursos para atender lo que sucede en el momento presente y, algo fundamental que considero necesario y ofrezco desde el inicio de mi proyecto, es acercarles y ser canal entre diferentes profesionales especializados que puedan contribuir a hacer nuestro camino más amable.

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La Semana de Acompañamiento Oncológico nació con esta voluntad e intención de dar a conocer y difundir herramientas, disciplinas, dinámicas, recursos y profesionales que pueden aportar valor, opciones complementarias y visiones que nos ayuden a transitar las distintas etapas del proceso oncológico a pacientes, familiares, cuidadores y personal médico sanitario que nos acompaña en estos momentos tan vulnerables, llenos de incertidumbre y miedos.