El cáncer es algo que cada vez se siente más cercano, alguien que conocemos, un familiar o nosotros mismos hemos sido diagnosticados de cáncer.
Mientras la investigación avanza, se conciencia acerca de su importancia y se insiste más en la prevención como el primer y fundamental paso, muchas son las dudas, incertidumbre y miedos que nos asaltan. Puede que nos sintamos indefensos, sin embargo, hay aspectos que sí están en nuestra mano y podemos gestionar para que este camino se sienta un poco más ligero.
Durante una semana profesionales de distintas áreas, hemos compartido acerca del acompañamiento oncológico y qué aspectos son importantes tener en cuenta para que éste se realice desde un lugar de validación, respeto y compasión tanto por el propio paciente como por familiares, cuidadores y personal sanitario.
Hemos dado visibilidad a efectos y/o secuelas que las cirugías o tratamientos nos pueden causar, en esta ocasión entorno a la sexualidad y la imagen corporal.
Hemos hablado de cuidar al final de la vida, de la conspiración del silencio o la claudicación familiar. Temas que cuando aparecen en nuestro entorno se viven con mucho sufrimiento y es por ello, que conocer por qué se pueden producir, que no estás solo, por qué se producen, qué profesionales pueden ayudarte y qué puedes hacer para aligerar ese peso que puedas sentir, nos ha parecido de gran ayuda.
Puedes ver las ponencias en este enlace
Te dejo aquí 3 CLAVES para Acompañar en Procesos Oncológicos que hemos visto durante estos días
1. La importancia del AUTOCONOCIMIENTO
Conocernos a nosotros mismos, estar presentes en nuestra vida, tener claros cuáles son nuestros valores, cuáles son nuestras habilidades y nuestros recursos internos, cómo relacionarnos con nosotros mismos y con los demás son algunas de las cosas que nos van a permitir acompañarnos y acompañar en procesos oncológicos desde ese lugar de presencia, respeto y compasión que esta situación requiere.
Todo esto nos hará más fácil tener un ancla y no sentirnos a la deriva ante esta situación
2. La importancia de la COMUNICACIÓN
No todas las frases de aliento que solemos dar son recibidas así. En muchas ocasiones generan malestar y sufrimiento, bien por generar expectativas que no sabemos si vamos a poder cumplir o, porque en estos momentos suenan vacías.
Sin duda nuestra intención es positiva y creemos estar apoyando a la persona, aunque muchas veces, inconscientemente, nacen de un lugar de miedo, de dolor propios que proyectamos en nuestro ser querido, en la persona que nos comunica su situación.
De ahí la importancia del punto anterior, si puedo reconocer en mí esos miedos y qué recursos tengo para sostenerme, no los transmitiré y podré permitirme estar en presencia, observar a la persona, respirar profundo y, lo más importante preguntar por sus necesidades: ¿Qué necesitas? ¿En qué crees que puedo ayudarte?
Mostrar nuestra disponibilidad para atender sus necesidades
En estos momentos eso es lo que cuenta, y podemos ser de ayuda en el silencio, con la presencia serena, mostrándonos cercanos. Comunicación no solo son las palabras sino todo lo que transmitimos a nivel corporal, gestos...
Observar cómo nos hablamos y qué palabras usamos para referirnos a los demás, hablar desde nuestra experiencia, no desde la imposición o los consejos, ser un buen ejemplo para inspirar a nuestro entorno.
Si queremos ser realmente de ayuda, podemos empezar por atendernos a nosotros, estar atentos a nuestra comunicación, a la vibración de las palabras que usamos y a qué transmitimos cuando las empleamos.
3. La importancia de las EMOCIONES
Atender nuestro mundo emocional es fundamental para sostenernos y permitir las emociones de los demás. Tener la capacidad de crear un entorno seguro donde haya espacio a hablar y sentir lo que en cada momento surja.
No se trata de estar bien todo el tiempo, eso es un desgaste muy grande de energía, se trata de hacer espacio en nosotros para que surja, en cada momento esa emoción que me muestra lo que está ocurriendo en mí.
Si estoy triste, me abro a la tristeza. Si estoy enfadada, dejo que aparezca. Si me siento alegre, celebro. Cada momento nos entrega un mensaje y una herramienta para sostenernos y continuar en el camino.
En muchas ocasiones se intentan ocultar o se evitan por los demás, porque no están bien vistas o porque nos llevan a lugares de nosotros que no queremos que los demás vean. De ahí la importancia de conocerlas en nosotros, para poder reconocerlas en los demás, de entender ese espacio y respetarlo.
Si no permito mi propia tristeza, no conecto con el recogimiento, la sensación de pérdida, la reevaluación del momento, con el llanto, la liberación...trataré que el otro no llore, que no se quede a solas, trataré de darle conversación para distraerle y que no piense...De nuevo lo haré con la mejor intención, sin duda, aunque no estaré respetando el proceso de la otra persona.
La invitación es a conectar con nuestras propias emociones y miedos para poder acompañar desde el respeto y la validación los procesos de los demás
Estas son 3 CLAVES para Acompañar en Procesos Oncológicos que puedes empezar a observar en ti y poner en práctica tanto para sostenerte tú como para acompañar independientemente del rol que tengas en el proceso oncológico.
Estas claves son muy importantes en el caso del personal médico sanitario ya que favorecen la confianza en el equipo tan importante en estos procesos, hacen parte de la humanización de la relación médico/paciente y abren la posibilidad de sentirnos parte activa y colaborar en nuestro proceso mejorando los resultados.
Si quieres saber por dónde empezar con estas claves, en mi página web puedes encontrar y descargar todas las prácticas que las diferentes profesionales han aportado en sus ponencias a lo largo de esta I Semana del Acompañamiento Oncológico.
Todo está en ti. Confía
Ana Martínez
Yorumlar